lunes, 2 de diciembre de 2013

La pesca de la vieja desde el ‘Matilde’


  • El pescador de Tenerife, Ramón López, asegura que la utilización de nasas o la pesca submarina “han destrozado el mar”

Ramón López, jubilado de Puerto de la Cruz, nacido en el año 1930 en la calle Mequinez, del barrio de ‘La Ranilla’, ha dedicado muchas horas de su vida al mar por su oficio de pescador, a lo largo de cincuenta y cinco años, “desde que me echaron de la escuela por la guerra”.

La pesca de la vieja fue una de sus fuertes en este duro trabajo en el mar, llevado a cabo en mayor medida desde su barco ‘Matilde’ -en honor al nombre de su esposa- frente a la costa del norte de Tenerife.

FOTO: Ramón López, a la derecha, llegando al muelle de Puerto de la Cruz (Tenerife), tras la faena
Sobre este preciado y sabroso pescado, López asegura que su pesca “no es del todo sencilla”, ya que depende del tipo de arte de pesca que se utilice para poder capturarlo.

“Yo he venido con el barco detrás de las viejas desde San Juan de la Rambla hasta El Lagarto -risco ubicado frente a la costa de Los Realejos, en Tenerife-”. “Cuando les da por correr no hay quien las coja”, indica el pescador portuense.

Asimismo, explica que este pez óseo, cuyo nombre científico es Sparisoma cretense, “va siempre en mancha, aunque en algunas ocasiones también puede ir en solitario”. “Habita en dormideras y suele estar siempre por los mismos sitios en los pasaderos, por la mañana, principalmente en espacios rocosos o poco arenosos”.

Ramón López destaca que la mejor etapa del año para pescar a viejas es durante los meses de abril y mayo, aunque incide en que siempre hay que evitar la captura y el consumo de las que tengan menos de la medida media.

Como curiosidad explica que este pez, tras ser capturado, "puede llegar a morderte como un demonio”. “Como te trinque el dedo te lo escacha, aunque no te raja la piel”.

Artes de pesca

López señala que para capturar las viejas, los pescadores pueden utilizar diferentes tipos de arte y/o utensilios de pesca, “como las cañas de fibra, cañizo o bambú; a gangorra; o las pandorgas; entre otras”.

Así, una de las primeras cosas que debe hacer el pescador para ir a pescar a viejas es tener preparada la ‘carnada’.

Si se va a utilizar la caña, la captura de cangrejos, como el juyón (Pachygrapsus marmoratus) y las jaquetas o jacas de pequeño tamaño (Eriphia verrucosa), es prácticamente indispensable para conseguir que este sabroso pez pique en el anzuelo.

Esta carnada está ubicada en minúsculas cuevas de rocas, entre charcos de agua salada, o bajo los callaos que puedan existir principalmente sobre zonas rocosas.

También, la boca del erizo cachero (Paracentrotus lividus) o incluso las lapas (Patella rustica) pueden servir para pescar o de engodo –cebo que se echa al mar para atraer a los peces al lugar de pesca-, para que la vieja sea capturada.

La utilización de la pandorga, -arte de pesca formado por un aro de acero, del que cuelga una red de alambre en forma semiesférica, entrelazado con formas redondeadas- fue una de las técnicas más utilizadas por Ramón López durante su etapa de pescador.

Antes de tirar las pandoras con el engodo para que las viejas sean capturadas, el pescador portuense siempre utilizaba su ‘mirafondo’ -caja de madera con cristal en la parte inferior, que sirve para observar el fondo marino desde la superficie-  para verificar que este pez estuviera por la zona.

FOTO: Ramón López (a la derecha) junto a otros pescadores
“Una semana cogí 100 kilos cada día, cuando entraban todas juntas, en el año 14. Ahora ni te estrenas”, asegura. También, explica que pescando a viejas ha conseguido “coger” otros peces, como la cabrilla “a pesar de que esta especie es capturada por norma general con caballas o camarones”.

Por otro lado, sostiene que la pesca submarina o la utilización de nasas “han destrozado todo el mar”.

Tipos de viejas

La vieja es un pez óseo de la familia de los Escáridos (Scaridae). Su nombre científico es Sparisoma cretense.

Las escamas de este pez son grandes, con revestimiento continuo, y están dispuestas unas sobre otras como las tejas en un tejado. Tiene la cola ligeramente redondeada.

La boca de este pez es fuerte, con un hocico redondeado. Tiene los dientes unidos formando una especie de pico de loro.

Ramón López distingue diferentes clases por sus colores. Por un lado, están las viejas pardas, de color grisáceo con una mancha negra encima de sus aletas pectorales; la colorada, de color rojo con una especie de anillo de color amarillo alrededor de la cola; y la melada, encarnada, de color morado y gris.

El veterano pescador portuense asegura que las viejas no solo se dan en aguas cercanas a Canarias, sino también en aguas portuguesas, y en parte del Noroeste africano, entre otras zonas vecinas.

FOTO: Pescadores de Puerto de la Cruz en el muelle


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