sábado, 9 de noviembre de 2013

Canarias protege a la pardela cenicienta, ave del año 2013

  • Fuerteventura realizó anoche un apagón de la iluminación pública para que esta especie marina protegida no se deslumbre por la contaminación lumínica
Las Islas Canarias llevan realizando, desde el pasado mes de octubre y durante este mes, diferentes campañas de sensibilización, protección  y rescate de la pardela cenicienta, una ave  marina protegida que puede caer en su primer vuelo por la contaminación lumínica, para que llegue sin obstáculos hasta el mar.

La iniciativa, en la que participan diferentes administraciones públicas de las Islas desde hace varios años, cuenta con el apoyo de colectivos como SEO BirdLife, asociación dedicada a la conservación y estudio de las aves, que este año ha declarado a esta especie ‘Ave del año 2013’.

También, ciudadanos o grupos de voluntarios participan en estas campañas desarrolladas en el archipiélago canario, que se convierten en los verdaderos protagonistas y ‘salvadores’, en algunos casos, de esta ave.

Anoche, los seis ayuntamientos de la isla de Fuerteventura decidieron llevar a cabo un apagón del alumbrado púbico en la costa, como acto simbólico, denominado 'El Apagón por la pardela'. 

                     VÍDEO: EFE Verde (Fuerteventura, ayer)

El resto de Islas también se sumó, en las últimas semanas, a la protección de la pardela cenicienta.

La petición del Cabildo de El Hierro a las empresas Disa y Endesa sobre disminución de contaminación lumínica, la ejecución de diferentes acciones de sensibilización en el municipio colombino de Valle Gran Rey o las iniciativas ‘Noche en negro por la pardela cenicienta’, en el sur de Tenerife, o 'Ayudarlas es fácil. No lo olvides', en Gran Canaria, fueron algunas de las acciones más destacadas.

Caza furtiva

Además de la contaminación lumínica, que desorienta a numerosos ejemplares y provoca colisiones, las crías pueden ser víctimas del ‘pardeleo’, una actividad de caza prohibida que aún se practica furtivamente en algunos rincones de Canarias.

SEO Bird/Life afirma en un comunicado que el pardeleo es una de las "principales amenazas" en el archipiélago canario, aunque también se pueden unir otras como la presencia de gatos, ratas y otros mamíferos introducidos que depredan sus colonias de cría, o incluso las capturas accidentales en artes de pesca.

¿Qué hacer si nos encontramos con una pardela desorientada?

Seo Bird/LIFE, en su sitio web, informa de que en caso de encontrar a una pardela deslumbrada se debe actuar con rapidez:

“Debe capturarse con cuidado, utilizando una prenda o similar para evitar que pique si se muestra asustada. Una vez capturada, debe guardarse en una caja de cartón oscura, para evitar que se dañe con mallas o barrotes, con agujeros para que respire”.

“Posteriormente se informa a la Policía Local del municipio, Servicios de Emergencia, el 112, o bien el Área de Medio Ambiente de los Cabildos, que le aportarán toda la información sobre dónde, cómo y cuándo entregar la ave”.

Esta asociación señala asimismo que se puede contactar con grupos de voluntarios dedicados a la recuperación de pardelas como Amigos de las Pardelas, ATINA, Cruz Roja o la Asociación para el Desarrollo Actuaciones de Emergencias (Adae), Emergenias Tamadaya, Grupo Scout Tenerife, entre otros.

Especie protegida

La pardela cenicienta ‘Calonectris diomedea’ es una ave marina protegida que está incluida en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, el Catálogo de Especies Amenazadas de Canarias, la Directiva de Aves, el Convenio de Berna y el Libro Rojo de las Aves de España con la categoría de ‘vulnerable’.

Esta ave llega a las zonas de crías de las Islas durante el mes de febrero. Sobre el mes de mayo o principios de junio, se produce la puesta de un único huevo en acantilados o debajo de las piedras (las denominadas huras). Posteriormente, a mediados de julio, el huevo eclosiona y el pollo tarda en desarrollarse hasta finales de octubre y principios de noviembre.

Durante el período de emancipación, en torno al mes de noviembre, los pollos de pardela cenicienta abandonan sus nidos para comenzar su viaje por las aguas del océano Atlántico, que les llevará a estar varios años sin pisar tierra firme.

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